Salarios de los funcionarios de la UE. Ganan demasiado?

En otro artículo, estuve hablando sobre la transparencia de los sueldos de los empleados del BCE. Pero hoy me gustaría plantear un asunto que siempre cobra importancia en época de crisis. Habría que retroceder al año 2010, cuando los funcionarios de la UE pidieron un aumento de sus sueldos, que consideraban demasiado bajos. Algunos de nosotros se acuerdan de los titulares del diario sensacionalista BILD, que hablaba de buitres. “Giergehalt” era la palabra: una combinación de buitre y sueldo. Lo que personalmente llamaría “avarosueldo”.

Hablamos de una exigencia que llegaba en plena crisis financiera, lo que hacía que dicha exigencia, la cual en época de bonanza podría haber pasado desapercibida, se volviera totalmente incomoda, por no decir fuera de lugar. Hay razones para criticar: sueldos muy altos, más vacaciones que todos nosotros y menos impuestos.

Lo que pasa es que, tras un estudio del año 2000 sobre los sueldos de funcionarios de organizaciones como la ONU y el OTAN, los de la UE ganan casi lo mismo y a veces más. Y tras 20 años, las cosas no han cambiado mucho. Hablamos de altos funcionarios que ganan bruto entre 85k€ y 95k€ al año. En el sector privado, ganarían el doble.
Los ejecutivos medios de farmacéuticas ganan lo mismo o más.
Otro dato relevante: las subidas son bastante leves, y a veces por debajo de la inflación. En el 2010 tuvieron una subida del 1% , cuando en Bruselas, donde trabajan, la inflación fue del 2,4%.

Bruselas está como máximo a tres horas de cualquier otro país de la UE, pero un español trabajando ahí sigue siendo un expatriado, una persona que dejó su país para vivir en una ciudad cara, lejos de los suyos, y desde donde tiene que viajar para verlos. Además, en caso de ser un miembro de una unidad familiar, su pareja normalmente es una persona que tuvo que dejar su trabajo para seguirle, las llamadas a sus familias cuestan más que las de un funcionario belga. El nivel de impuestos está entre el 8 y el 45% dependiendo del sueldo.

Ahora intentemos ser justos. Sabemos que ganan mucho, pero eso responde al espíritu de lo que tiene que ser el funcionariado. Personas bien pagadas. Lo suficiente para no tener que “aceptar dinero de otros”. Tenemos la prueba de una transparencia que ni siquiera existe en las empresas privadas. Y si no aceptamos sus sueldos, hacemos que los buenos profesionales se queden en el sector privado y empobrezcan el capital humano de la UE. Hablamos de personas que gestionan más de 500 millones de ciudadanos. Personas que, dados sus perfiles, y lo que podrían ganar en el sector privado, podrían ser considerados más como apóstoles que como mercenarios.