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¿Debería la Unión Europea exigir un test de valores Europeos a los que quieren obtener la nacionalidad?
No se puede ignorar los valores en los que se basa la creación de la Unión Europea, y sobre todo su compromiso tanto en materia de lucha contra la discriminación, como en materia de promoción de la justicia social.
Recibimos a inmigrantes de países terceros que, a veces, se olvidan de que por ejemplo, las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, o que por encima de la religión, hay principios o valores que no se pueden ignorar, respecto a la orientación sexual, la libertad de expresión y de opinión.
Las leyes comunitarias tienen que trabajar en ese sentido, para promover y evitar. Promover los valores sobre los que estamos construyendo nuestra sociedad y evitar que algunos los desvirtúen.
Lo que ignoramos es que el peligro a veces no viene de los inmigrantes tradicionales, sino de una subcultura de adinerados, que suelen venir del continente americano. Han nacido y crecido con valores que no son europeos y no entienden de justicia social.
Cuando el peligro viene del Oeste (Norte y Sur)
Es el caso de los inversores americanos que vienen a invertir en el sector inmobiliario Europeo, esperando la máxima rentabilidad de los inmuebles y desvirtuando las políticas de acceso a la vivienda que los países europeos intentan implementar, para que la vivienda siga siendo un derecho fundamental. Escribí un artículo sobre el tema, hablando del esfuerzo de Canadá por limitar la compra de vivienda por los extranjeros. Por suerte, algunos países apuestan por reducir la inversión de residentes de países terceros en el mercado inmobiliario. Lo hace Portugal, y de manera tímida España en algunas regiones, pero hay que confiar en que la Unión Europea legisle claramente para apoyar estas iniciativas.
Pero hay un peligro un poco más sutil, que viene de países de América Latina. El peligro entra por las fronteras españolas por similitud en el idioma. Y este peligro no solo es de índole financiero, sino también clasista.
Hablo de personas que como dije no entiende de valores tan básicos como la justicia social, cuya cercanía a los valores supremacistas de EEUU como el clasismo, la cultura del dinero, la falta de justicia social vienen a desvirtuar nuestra sociedad que se quiere social-demócrata.
Se ve por ejemplo en los Venezolanos que construyeron su fortuna en la época de Perez y de Caldera, y que buscaron “asilo financiero” en España tras el cambio político y la inseguridad jurídica que acompañó dicho cambio, esperando y/o promoviendo la cultura del dinero que los hizo ricos. Están denigrando los esfuerzos que la Unión Europea hace en materia de justicia social, usando su dinero para facilitar que sus hijos tengan la nacionalidad Española. Hijos que tras tres años aquí estudiando, pueden optar por la nacionalidad, sin haberse integrado en los valores Europeos muy poco afines al clasismo .
Dichos hijos suelen vivir y convivir en una burbuja financiera con personas con valores afines a ellos.
Suelen estudiar en escuelas de negocios que pocas veces son asequibles al mortal común, por muy inteligente que sean (no como en Francia donde aún sin dinero, se puede “hacer HEC” o “Hacer ESSEC” (de la expresión “faire + nombre de la escuela de Élite de turno”)
Dichos hijos de ciudadanos latinos adinerados acaban teniendo la nacionalidad y siguen perpetrando los valores contrarios a los Europeos, algunas veces por convicción y otras veces por mimetismo político. Y acaban votando para los que velaran por sus intereses, y no los del pueblo europeo.
Por eso urge que los valores europeos sean una asignatura obligatoria, y no estas preguntas de mierda que componen el test de Nacionalidad Española
Ser Europeo tiene que ser un derecho sólo otorgado a los que no financian su nacionalidad por el dinero salido de una lucha desigual entre las clases. Sino Europa se convertirá algún día en Estados Unidos, o en la Venezuela Pre-chávez (que fue el precursor de la de Chavez, por su incapacidad de redistribuir las riquezas y de trabajar en la justicia social. Es lo que pasa cuando guardas tu riqueza en vez de ponerla a disposición de la universalización de la educación y de la justicia social. El pueblo mayoritariamente poco educado (por esfuerzo de conservación de clases de esos adinerados) acaba tomando el poder.
Porque cuesta entender que una persona de una familia adinerada de América Latina que dice que el presidente Biden es comunista, se convierta en votante europeo, cuando justamente lo que hace Biden es intentar (con poco éxito por cierto) convertir su país en algo que podría parecerse a Europa, en materia de justicia social.
Necesitamos explicar con contundencia a este subgrupo que ser Europeo es un privilegio y este privilegio no implica un deber: no convertir nuestro espacio en una versión de su sueño fallido en su país.
Porque seamos sinceros, si usan su dinero para asegurar a sus hijos un futuro mejor en Europa, será porque en su país, aun teniendo el control financiero, su pueblo les dio la espalda y que sus valores no eran mayoritarios. Y esos valores tienen que seguir siendo minoritarios.
Tener la nacionalidad de cualquier país Europeo tiene que pasar por entender claramente lo que es ser Europeo, con valores, derechos y obligaciones. Seas o no de otra cultura, de otra religión, o de otro nivel adquisitivo. Y justamente este último (el nivel adquisitivo) debería dar más deberes que derechos.